19 may 2015

REBOZADOS EN HARINA

¡ESTÁN PARA COMÉRSELOS!

Algo extraordinario iba a ocurrir cuando las profes, por la mañana, nos dejaron desnuditos.
¿Qué pasará? Esperábamos impacientes y...
de repente apareció dentro de una caja algo parecido a la nieve, pero no estaba frío, era suave y ligero
Nos gustaba su tacto,
su sabor, su olor... Comenzamos jugando a trasvasarla de un cubo a otro,
se escapaba entre los dedos y nos tapábamos los pies y rodillas.
¡Qué cosquillas!
Hasta jugamos con nuestros muñecos preferidos
Las profes, tan cariñosas, nos dieron masajes blancos por todo el cuerpo.
¡Cuánto disfrutamos!
Caía del cielo y nos resbalaba por el cuerpo.  
Aplaudíamos y volaba.
También la probamos y ¡humm... qué rica!
¡Mirad mi barriga!
Así fue como conocimos la harina  y acabamos tan rebozados con esta  experiencia, que necesitamos un  baño bien calentito y relajante.
Cuando la veamos en casa, les diremos a papá y mamá que queremos jugar a darnos abrazos y besos blancos otra vez.
¡HA SIDO UN DÍA INOLVIDABLE!

No hay comentarios: