Algunos niños queríamos regalarles una chocolatina, otros un caramelito, los más espléndidos un móvil... Tras unas largas y duras negociaciones, llegamos, por fin, a un acuerdo.
Nosotros, como somos los más pequeñitos, decidimos regalarle a papá la huella de nuestro pie.
¡Qué contento se va a poner!
¡ Mirad qué bonito nos quedó!
Nosotros no somos tan chiquititos, ya crecimos y podemos hacer algo más difícil.
Además de aprender y recitar una poesía, dejamos la huella de nuestra mano para la posteridad.
A MI PAPÁ
Contigo quiero jugar,
correr, saltar y volar.
¡Gracias por ser mi papá!
Como comprobaréis, a punto ya de cumplir tres años, somos los mayores del cole y nuestro regalito supuso un gran esfuerzo .¿Adivináis de qué se trata? Bueno... os vamos a dar una pista, sirve para llevar las llaves.
Fijaos en la pizarra. Ahí está la poesía que le recitaremos a papi con muchísimo cariño.
A mí me dejaron salir del hospital con la pulsera para terminar a tiempo el trabajito.
¡ Menos mal! porque no me gustaban nada ni los guisantes ni el tomate que me daban allí.
¡Prestad atención papis, os la dedicamos! Muchas felicidades.
1 comentario:
¡Todos son impresionantes!A mi me tocó un llavero. Las llaves de nuestra casa ya están colocadas en él, y que decir de la poesía y la cara de ilusión de nuestro hijo. Sois geniales,¡muchísimas gracias!.
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